Sahelanthropus tchadensis es una especie de homínido extinto
cuyos fósiles fueron hallados en el desierto del Djurab por un equipo
franco-chadiense. El único espécimen, apodado Toumaï, se ha datado en 6 a 7
millones de años de antigüedad (Messiniense, Mioceno final). Se dio a conocer
públicamente en Yamena, capital del Chad.
Su descubrimiento se realizó el 19 de julio de 2001 por el
equipo dirigido por Alain Beauvilain en la región de Toros Menalla de la actual
república de Chad, cerca del lugar donde en 1995 halló el Australopithecus
bahrelghazali. Se descartó su parentesco con los simios, ya que sus rasgos no
se corresponden con ningún simio anterior y sí está mucho más cerca de los
homininos.
Se cree que vivió en zonas pantanosas. Su cráneo es simiesco
y pequeño, aunque de rostro breve y dientes pequeños, en particular los
colmillos, lo cual le acerca a los humanos. Su arco supraorbital es muy
prominente. Se han encontrado un cráneo, dos fragmentos de mandíbula inferior y
tres dientes aislados. No presenta cresta craneal, su volumen cerebral es
aproximadamente de 350 cm³, similar a los chimpancés modernos y mucho menor al
de los humanos (1350 cm³). Tiene rostro alto y poco prognato, caninos
relativamente pequeños, y ausencia de espacio entre los dientes. La inferida
posición del cráneo con referencia al cuerpo seria un indicador de posición
bípeda. Podría ser el antecesor de Ardipithecus ramidus.
Ardipithecus ramidus es una especie extinta de homínido,
probablemente un hominino (primate bípedo) y quizá un primitivo ancestro del
hombre. "Ardi" significa suelo, "pithecus" en griego
significa mono... y ramid es raíz, en la lengua (amhárico) del lugar (Etiopía) donde
fueron encontrados los primeros restos.
Esta especie fue definida por Tim White y su equipo a partir
del descubrimiento en África Oriental en los años 1992-1993 de unosmaxilares.1
Los restos fósiles tienen una antigüedad de 4,4 millones de años2 y el hábitat
en el que se desarrollaron era arbolado y húmedo.2 La polémica en torno a estos
restos se centró en si esta especie pertenecía a la rama de los homínidos
bípedos (homininos) o quedaba fuera junto con los simios antropomorfos.
Altura: 115 cm - 120cm4
Peso: 27 kg
Volumen cerebral: 350 cm3
Dimorfismo: ?
Base del cráneo: Alargada
Orificio occipital: Posterior
Prognatismo: prominente
Dientes: Entre Hominino y simio antropomorfo
Incisivos: Grandes
Molares: Cuadrados
Caninos: Forma de diamante
Esmalte: Fino
Tras el descubrimiento del esqueleto casi completo de Ardi
se han podido resolver algunas dudas sobre esta especie; así, la forma de la
parte superior de la pelvis indica que era bípedo y que caminaba con la espalda
recta, pero la forma del pie, con el dedo gordo dirigido hacia adentro (como en
las manos) en vez de ser paralelo al los demás, indica debía caminar apoyándose
sobre la parte externa de los pies y que no podía recorrer grandes distancias.4
Los caninos superiores en forma de diamante de Ardipithecus
ramidus son mucho más parecidos a los humanos que los caninos en "V"
de los chimpancés, que como los de los demás simios son mayores en los machos,
que los usan en las luchas entre ellos. Los machos Ardipithecus, como los
humanos, tenía los colmillos reducidos de tamaño y similares a los de las
hembras, lo cual según Lovejoy debió relacionarse con cambios decisivos en los
comportamientos sociales.5 Sin embargo, en su aspecto general, la criatura
probablemente se parecía más a un simio que a un humano.
Algunos paleoantropólogos clasifican al Ardipithecus kadabba
como subespecie de A. ramidus, a la cual dan la denominación trinomial de
Ardipithecus ramidus kadabba, pero para otros la dentición algo más primitiva
de A. kadabba obliga a diferenciarlo de A. ramidus.
Orrorin tugenensis es una especie de homínido fósil
encontrado en las proximidades de la localidad de Tugen, en el área montañosa
central de la actual Kenia, por la paleoantropóloga francesa Brigitte Senut, el
inglés Martin Pickford y colaboradores.
Como el descubrimiento se dio a conocer en 2001, en un
principio se habló erróneamente de "Homo milenium", y aún se mantiene
la denominación paralela "Milenium ancestor" para referirse al
Orrorin tugenensis. Sin embargo, para la comunidad antropológica resultó
patente desde un primer momento que esta especie no correspondía al género
Homo, ni siquiera al conjunto de losaustralopitecinos. Las dataciones sitúan a
Orrorin tugenensis entre 6,2 y 5,6 millones de años (Messiniense, Mioceno
final).
La morfología de los Orrorin era notablemente similar a la
de los actuales chimpancés, con una importante diferencia: la longitud y forma
del húmero y del fémur, así como la disposición de la articulación con la
pelvis, evidencian que estos homínidos estaban capacitados para la
bipedestación.
Otra característica morfológica muy interesante es su
dentadura: con caninos pequeños y molares bastante grandes, se deduce que estos
primates tenían una dieta principalmente herbívora y frugívora, aunque es muy
probable que fueran omnívoros y obtuvieran sus proteínas alimentándose también
de insectos.
La talla estimada de los ejemplares hallados es de 1,4 m.
El género Orrorin es, posiblemente, uno de los eslabones que
ha derivado en el ser humano actual (Homo sapiens), y se considera también
posible que sea descendiente directo de Sahelanthropus tchadiensis y ancestro
directo de Ardipithecus.
Australopithecus afarensis es un homínido extinto de la
subtribu Hominina que vivió entre los 3,9 y 3 millones de años antes del
presente. Era de contextura delgada y grácil, y se cree que habitó solo en
África del este (Etiopía, Tanzania y Kenia). La mayoría de la comunidad
científica acepta que puede ser uno de los ancestros del género Homo.
Fue descubierto el 24 de noviembre de 1974 por Donald
Johanson, Yves Coppens y Tim White en el yacimiento de Hadar, valle del río
Awash, Etiopía. El espécimen encontrado en aquel momento fue mundialmente
conocido como Lucy.1
Este descubrimiento destacó sobre los demás por muchas
cualidades, especialmente por ser el Australopithecus mejor conservado
descubierto hasta aquella fecha. Así fue posible comprobar que la capacidad
para caminar erguido, como los humanos actuales, fue muy anterior al
crecimiento del cerebro. El estudio de su dentadura aclaró aspectos
fundamentales sobre la evolución de los homínidos y descubrió la evolución
simultánea de géneros, de manera que la línea Paranthropus, se apartó de otras
y en particular de la que evolucionó hacia Homo.[cita requerida]
Los restos de Lucy fueron encontrados en el lugar donde
habitaba la tribu Afar, de ahí el nombre afarensis, y junto con otros doce
individuos de la misma especie, incluido cráneos, conforman lo que se llama
"la primera familia".A. afarensis es, como todo Australopithecus, un
primate bípedo erguido, pero diferente a los humanos en varios aspectos:
Capacidad craneal bastante menor: 375 a 550 cm3. Esto
significa también un cerebro del tamaño del de un chimpancé y cercano a la
tercera parte del humano actual promedio.
Australopithecus afarensis era un homínido con frecuente
actividad arbórea, ya sea recolectando frutos, cuidando a sus crías, etc.
Su pecho no tenía forma de barril, como en los humanos, sino
que se estrechaba agudamente hacia arriba (forma de campana).
El dimorfismo sexual era muy marcado, siendo los machos
mucho más corpulentos que las hembras, con un promedio de masa corporal de 45
kg para los machos y 29 kg para las hembras.2
Como se ha dicho, el cráneo relativamente pequeño, con un
volumen parecido al de los antropomorfos actuales, aunque en comparación con el
tamaño del cuerpo era relativamente grande. Además, su cara era bastante grande
y se proyectaba delante del cráneo, debido al tamaño de los dientes
(prognatismo).
A diferencia de los antropomorfos, los caninos de A.
afarensis son reducidos aunque se proyectan ligeramente delante del diente
adyacente. Los incisivos son grandes (asociados al régimen frugívoro). Los
molares y premolares son de tamaño sustancial, con superficies planas.
De su boca también se concluye que el paladar es muy similar
al del hombre actual porque aunque grande, forma una curva que no es
parabólica, ni de lados paralelos, como en los grandes simios.
La forma de la pelvis es importante ya que de ella se han
realizado estudios necesarios para determinar el caminar bípedo erguido de los
Australopithecus; es de su pequeño tamaño en comparación a los antropomorfos y
presenta un canal de parto, en la hembra, más pequeño que el actual y con una
notoria forma de riñón. Las hembras de la especie no necesitaban tener un gran
canal de parto, debido al pequeño tamaño del cráneo de las crías.
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